Los Riñones

los riñones

¿Qué son los riñones y cual es su función?

Los riñones están situados en el abdomen a ambos lados de la región dorsolumbar de la columna vertebral, aproximadamente entre la 12ª vértebra dorsal y la 3ª lumbar, con el riñón derecho situado en un plano inferior al izquierdo debido a la presencia del hígado. La cara posterior de cada riñón se apoya en la pared abdominal posterior formada por el grandeto posterior, el cuadrado renal y los músculos abdominales transversales de cada lado, su cara anterior está cubierta por el peritoneo, por lo que se consideran órganos retroperitoneales. A través de la membrana peritoneal, los riñones se relacionan con los órganos intraabdominales vecinos.

El riñón derecho está conectado con la vena cava inferior, la segunda parte del duodeno, el hígado y el ángulo hepático del colon, estos dos últimos a través del peritoneo.

El riñón izquierdo está conectado con la aorta abdominal, el estómago, el páncreas, la flexión esplénica del colon y el bazo.

El polo superior de cada riñón está cubierto por la correspondiente glándula suprarrenal, que está inmersa en la cápsula adiposa.

Inervación e Irrigación

Ambos riñones son estimulados por los nervios renales, que se originan en el ganglio celíaco, una estructura nerviosa del sistema nervioso autónomo simpático situada por encima de la aorta abdominal a ambos lados del tronco de la arteria celíaca, justo debajo del diafragma. Los nervios renales forman el plexo renal que entra en los riñones acompañando a las arterias renales. La mayoría de ellos son vasomotores (inervan los vasos sanguíneos), por lo que regulan el flujo sanguíneo renal.

Las arterias renales son ramas de la aorta abdominal, de la que se originan a nivel de la primera vértebra lumbar, y cuando penetran a través del hilio renal pasan a formar parte del pedículo renal (véase hilio renal). Las dos arterias proporcionan un suministro de sangre de unos 1200 ml por minuto en reposo, un volumen que representa entre el 20 y el 25% del gasto cardíaco en reposo. El retorno venoso de los riñones se realiza a través de las venas renales derecha e izquierda, que drenan en la vena cava inferior.

¿Cuál es la morfología de los riñones?

Morfología externa

Los riñones son rojizos, tienen forma de judía, en los adultos pesan entre 130g y 150g cada uno y miden unos 11cm. (longitud) x 7cm. (ancho) x 3cm. (espesor). En cada riñón hay un polo superior y otro inferior; dos caras, la anterior y la posterior; dos bordes, el externo convexo o lateral y el medial cóncavo o interno, que presenta en su parte central el hilio renal, surco por el que entran y salen los nervios, los vasos linfáticos, los vasos arteriovenosos y la pelvis renal, formando esta última el pedúnculo renal que se organiza de la siguiente manera, de adelante hacia atrás: vena renal, arteria renal y pelvis renal.

El parénquima renal está rodeado primero por la cápsula fibrosa, luego por la cápsula grasa y finalmente por la aponeurosis renal.

Morfología interna

En un corte frontal del riñón se observan dos elementos bien diferenciados: una cavidad denominada seno renal, cuyo orificio es el hilio renal, y el tejido denominado parénquima renal, que a su vez presenta dos zonas de aspecto y coloración diferentes: la corteza renal lisa y rojiza en la periferia y la médula renal marrón, situada entre la corteza y el seno renal.

Contiene las arterias y venas renales segmentarias e interlobulares, las principales ramas nerviosas del plexo renal y las vías urinarias intrarrenales (véase vías urinarias): las vías renales menores y mayores y la pelvis renal, todo ello rodeado de tejido adiposo que ayuda a inmovilizar estas estructuras.

El parénquima renal es la parte del riñón que realiza sus funciones, y está formado por las nefronas, cada una con una porción en la corteza y otra en la médula renal.

La corteza renal es la zona de parénquima situada inmediatamente por debajo de la cápsula fibrosa, tiene un aspecto liso y rojizo y tiene un grosor de aproximadamente 1 cm, extendiéndose entre las pirámides que forman las columnas de Bertin. En la corteza y las columnas se disponen los corpúsculos renales y los conductos moldeados de las nefronas (véase nefronas), así como los vasos sanguíneos más finos.

La médula renal es de color marrón y textura estriada, compuesta por 8 a 18 estructuras cónicas, llamadas pirámides renales o pirámides malpighianas, cuyos ápices, dirigidos hacia el seno renal, se denominan papilas.

Dentro de las pirámides se encuentran las asas de Henle, los conductos colectores y los conductos papilares, todos ellos conductos microscópicos que forman parte de las nefronas.

Dentro de cada riñón, la arteria renal sufre divisiones sucesivas, dando ramas de calibre cada vez más pequeño. El nombre de cada división arterial es el siguiente: De la arteria renal surgen, a nivel del seno renal, las arterias segmentarias; éstas, a nivel de las columnas renales, se ramifican en arterias interlobulares; de éstas se forman las arterias arciformes que rodean las pirámides renales entre la corteza y la médula; A su vez, a nivel de la corteza renal, las arterias arciformes se ramifican en arterias interlobulares, que salen de las arteriolas aferentes y éstas, de los capilares glomerulares o glomérulos en íntimo contacto con la cápsula de las nefronas de Bowman.

A diferencia de otros órganos, aquí los capilares glomerulares no confluyen en una vénula, sino que dan lugar a la arteriola eferente de la que surge la segunda red capilar renal, los llamados capilares peritubulares, así como unos largos capilares anulares que acompañan a las asas de Henle de las nefronas y que reciben el nombre de vasos rectos; Desde allí, y siguiendo un curso paralelo pero inverso, capilares venosos, vénulas y venas de creciente calibre drenan la sangre hacia la vena renal que sale por el hilio renal.

Las nefronas

Observando el parénquima renal al microscopio, podemos ver que cada riñón está formado por más de un millón de elementos tubulares plegados y ordenados, sostenidos por un tejido conjuntivo muy vascularizado, que llamamos nefronas. Según su posición en el parénquima, se distinguen las nefronas corticales (alrededor del 80%) cuyo corpúsculo se sitúa en la parte más externa de la corteza y el segmento tubular llamado asa de Henle que apenas penetra en la zona superficial de la pirámide medular, y las nefronas yuxta-medulares (20%) con el corpúsculo situado en la zona de la corteza cercana a la médula y el largo asa de Henle que penetra profundamente en la pirámide medular.

Cada nefrona está compuesta por el corpúsculo renal y el túbulo renal.

El corpúsculo renal está formado por capilares glomerulares alojados en una cápsula esférica llamada cápsula de Bowman.

La cápsula puede imaginarse como un globo parcialmente desinflado en el que el glomérulo se hunde como un puño, de modo que los capilares glomerulares están rodeados por una doble pared de la cápsula de Bowman, la pared visceral en íntimo contacto con la pared de los capilares, que forman la membrana de filtración y en la parte exterior de la pared parietal, entre las dos capas se encuentra el espacio capsular que se continúa sin interrupción con el lumen del túbulo renal.

La arteriola aferente que precede al glomérulo y la arteriola eferente que le sigue están ambas al mismo nivel y forman el polo vascular del corpúsculo; en el extremo opuesto se encuentra el polo urinario con el inicio del túbulo renal. En el corpúsculo se produce la filtración del plasma sanguíneo y la formación del filtrado glomerular.

El túbulo renal aparece después de la cápsula de Bowman, tiene cuatro segmentos con características histológicas, funcionales y topográficas diferentes, rodeados por la red capilar peritubular (ver Riñón: Morfología interna: senos, parénquima renal (corteza y médula) y vascularización), su función es concentrar el filtrado hasta obtener una orina final adecuada a las necesidades homeostáticas de la sangre.

  1. El túbulo contorneado proximal es un tubo sinuoso de unos 13 mm de longitud, se dispone junto al corpúsculo renal, está formado por un epitelio cuboidal simple, cuyas células tienen un borde microvelloso brusco que aumenta su capacidad de absorción. Su función principal es reabsorber alrededor del 80% del filtrado glomerular.
  2. El asa de Henle consta de dos ramas en forma de horquilla: la rama descendente que comienza aguas abajo del conducto contorneado proximal y penetra en la pirámide medular a mayor o menor profundidad, según se trate de una nefrona cortical o juxtamedular, y la rama ascendente que luego regresa a la corteza renal.
    En la parte ascendente del asa de Henle de las nefronas yxtamedulares, se distingue el segmento delgado seguido del segmento grueso, este último con un epitelio cuboidal simple, en contraste con el resto del asa que se caracteriza por un epitelio escamoso simple. Estos largos bucles crean un gradiente de concentración de sodio en el intersticio de la médula renal (cuanto mayor es la concentración de sal, más cerca está de la papila), lo que permite la formación de orina de baja concentración cuando el organismo necesita conservar agua.
  3. El túbulo contorneado distal está formado por un epitelio cuboidal simple con algunas células principales que tienen receptores para las hormonas antidiuréticas y la aldosterona. Este segmento sigue a la rama ascendente del asa de Henle y en su parte inicial se encuentra entre las arteriolas aferentes y eferentes, la confluencia de estas tres estructuras forma el llamado aparato de cluster yuxtapuesto que tiene células altamente especializadas que regulan la tasa de filtración glomerular.
  4. El túbulo o conducto colector, es un tubo recto que está formado por la confluencia de los túbulos enrollados distalmente de varias nefronas, a su vez, varios túbulos colectores confluyen en un conducto papilar que, con otros similares, drena en una copa más pequeña. Estos conductos se extienden desde la corteza hasta la papila renal, atravesando toda la pirámide en altura.
    El colector se asemeja al colector distal en el tipo de epitelio que lo constituye; además de las células principales, tiene muchas células intercaladas que participan en la homeostasis del pH sanguíneo.